Flores de Bach

 

Flores de Bach: ayudándonos a conectar con nuestra alma

"Así pues, vemos que nuestra victoria sobre la enfermedad dependerá principalmente de lo siguiente: primero, hay que tener conciencia de la Divinidad que hay dentro de nosotros y de nuestro consiguiente poder de superar las adversidades; segundo, hay que saber que la causa básica de la enfermedad obedece a la falta de armonía entre la personalidad y el alma; tercero, hay que tener la voluntad y la capacidad de descubrir el defecto que causa semejante conflicto; y en cuarto lugar, hay que suprimir ese defecto desarrollando la virtud contraria."                       - de Cúrate a tí mismo de Edward Bach-


Con esta maravillosa cita es que nos vamos a adentrar un poco mas en la visión de Edward Bach, quien nos decía que "no hay que curar los síntomas sino la causa de la enfermedad"Si nuestros aspectos mental y espiritual se encuentran en armonía, la enfermedad no existe.

Él sostenía que "Las enfermedades orgánicas, tales como nosotros las conocemos, son un resultado y un producto final; son la última etapa de algo mucho más profundo. La enfermedad se origina por encima del nivel físico, más cerca del plano mental, y es enteramente el resultado de un conflicto entre nuestro Yo espiritual y nuestro Yo mortal. En la medida en que éstos se encuentren en armonía, gozamos de perfecta salud, pero tan pronto como entran en discordia, surge lo que conocemos por enfermedad. La enfermedad es pura y exclusivamente correctiva; no es vengativa ni cruel, sino el medio adoptado por nuestras propias Almas para señalarnos nuestras fallas; para evitar que cometamos más errores; para encauzarnos de vuelta por el sendero de la Verdad y la Luz, del que nunca deberíamos habernos apartado.

Haciendo caso de estos síntomas, o indicaciones del Alma, es decir, armonizándonos con nuestra Alma, la salud se restaura por completo. Por lo tanto, toda enfermedad es debida a algún error psicológico que nuestra parte espiritual quiere que enmendemos

El médico se preocupará intensamente por saber si el paciente está desarrollando equivocadamente su aspecto afectivo, se investigará la personalidad del paciente para descubrir la rigidez de su mente.

El pronóstico de la enfermedad ya no dependerá de signos y síntomas físicos, sino de la habilidad del paciente para corregir sus defectos y armonizarse con su vida espiritual…"

El médico, según Bach, deberá ayudar al paciente a armonizarse con su parte divinal. De esta manera, no se tratará la enfermedad, sino al paciente mismo. Para esto, pueden ser de gran ayuda los remedios descubiertos por el mismo Bach: "La acción de estos remedios se basa en elevar nuestras vibraciones, hacernos conocer los canales de recepción de nuestro Yo espiritual, colmar nuestras naturalezas con las virtudes que necesitamos, y hacer desaparecer de nosotros el defecto que nos está perjudicando…"


Las virtudes no realizadas se muestran desde su cara oculta como defecto, (orgullo, odio, amor propio, ignorancia, codicia etc.) Estos defectos son las causas verdaderas de la enfermedad.

Hablamos de salud cuando la personalidad de un ser humano obra perfectamente al unísono con su alma, que a su vez es parte de la Gran Unidad. Si la energía de la Creación Universal Divina se pudiera expresar a través del alma y el Yo superior en la personalidad, nosotros, los seres humanos, seríamos fuertes, sanos y felices como parte del Gran Campo Energético Cósmico en armoniosa vibración.

Hablamos de enfermedad cuando la personalidad no está ligada a través de su alma al Gran Campo Energético Cósmico. Reina perturbación, congestión, fricción, distorsión, desavenencia etc.

El Dr.Edward Bach no se orienta por los síntomas negativos. Estos estados negativos no se combaten como si fueran síntomas, ya que de este modo se los mantendrían energéticamente, sino que se los inunda de vibraciones energéticas armónicas superiores. Pues las flores utilizadas por el Dr. Bach provienen como él dice, "de determinadas plantas de un orden superior". Cada una de ellas materializa un determinado dictado del alma "vegetal" que coincide con un determinado dictado del alma en el hombre, así como una determinada frecuencia energética en el campo de la energía humana.


En el alma humana están contenidos los treinta y ocho dictados del alma de las flores de Bach, como potenciales energéticos, virtudes o chispas divinas.

La esencia de las flores de Bach restablece, como si fuese un catalizador, el contacto entre el alma y la personalidad, bloqueado en este punto. Allí donde reinaba la falta de armonía y el entorpecimiento, vuelve a fluir la vida.

Desde la confusión y limitación propias del ser humano, la personalidad encuentra otra vez el camino de vuelta a los potenciales del alma o a las virtudes que dan sentido a nuestra existencia en este planeta y le brindan armonía.

Cada proceso auténtico de curación es una afirmación de nuestra totalidad, una ratificación de nuestra salud o santidad.

Bach escribió en 1934: "A través de su alta vibración, determinadas flores, arbustos y árboles silvestres de un orden superior, tienen el poder de aumentar nuestras vibraciones humanas y dejar expeditos nuestros canales a los mensajes de nuestro Yo Espiritual, inundar nuestra personalidad con las virtudes que nos son necesarias y de ese modo lavar los defectos (de carácter) que causan nuestros males. Como la buena música u otras cosas grandiosas, capaces de inspirarnos, las flores están en condiciones de elevar nuestra personalidad y acercarnos más a nuestra Alma. De este modo nos brindan paz y nos liberan de nuestros padecimientos. No curan atacando directamente la enfermedad, sino invadiendo nuestro cuerpo con las bellas vibraciones de nuestro Yo Superior, ante cuya presencia la enfermedad se derrite como la nieve al sol. No hay una verdadera curación sin un cambio en la orientación de la vida, sin paz en el alma y la sensación interior de felicidad."


Puedes obtener más información sobre las Flores en The Bach Centre

De su obra “Libérese Usted Mismo” podemos citar algunas frases inspiradoras.

“La salud depende de la armonía con nuestras propias almas.”

“Permitir que otras personas nos impidan escuchar los dictados de nuestra alma, nos provoca falta de armonía y enfermedad. Desde el momento mismo en que el pensamiento de otra persona entra en nuestra mente, nos desvía de nuestro verdadero camino.”

“Una vez que nos damos cuenta de nuestra propia Divinidad, el resto es sencillo.”

“No hay una auténtica curación sin un cambio en la orientación de la vida. Sin paz en el alma y la sensación interior, de felicidad…”

“Como en la Creación todo es una Unidad, cada uno de nosotros está ligado a todos los demás a través de una vibración energética común, superior, poderosa, que recibe varios nombres, Fuerza Creadora, Principio Cósmico, Amor Universal, o simplemente Dios.”

“Como parte de la gran idea de Creación, cada ser humano posee un alma inmortal y una personalidad mortal.”

“El alma conoce la correspondiente misión del hombre y tiene el propósito de expresarla con la ayuda del Yo superior a través de la personalidad (que la desconoce), y transformarla en una realidad concreta.”


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