Agosto inició con toda la intensidad de el Día de la Pachamama y el kin serpiente
en el Tzolkin. La naturaleza es nuestra guía, por eso hoy queremos hablar de una serpiente especial: Quetzalcóatl.
¿Quién es él y qué conexión tiene con la energía de agosto?
Quetzalcóatl, conocido como la
"Serpiente Emplumada," es una de las deidades más importantes de las
culturas prehispánicas de Mesoamérica, especialmente entre los aztecas y los
toltecas. Su nombre combina las palabras náhuatl "quetzal" (un ave de
plumas brillantes) y "cóatl" (serpiente), simbolizando la unión entre
el cielo y la tierra, lo espiritual y lo material.
Él es un dios multifacético que representa la dualidad y la integración de opuestos. Simboliza el conocimiento, la creación, la fertilidad, el viento y la vida misma. Como portador de la sabiduría, es visto como un maestro y guía espiritual que enseña a los seres humanos sobre la armonía y el equilibrio en la vida.
La conexión no es arbitraria, al
contrario, es profunda y simbólica. Este mes, marcado por la energía del número 8, y el
portal 8/8/8, que resuenan con la idea de abundancia, equilibrio y renovación, conceptos
intrínsecamente ligados a Quetzalcóatl. El dios de la Serpiente Emplumada
también está asociado con la transformación y el renacimiento, reflejando la
energía de la serpiente en el Tzolkin.
Así, agosto es un mes para
reconectar con nuestras raíces y nuestra esencia, tal como Quetzalcóatl nos
enseña a buscar el equilibrio entre lo espiritual y lo material. Al igual que
la Pachamama nos recuerda nuestra conexión con la tierra, Quetzalcóatl nos guía
hacia una integración armoniosa de todos los aspectos de nuestra vida.
Por ello es que debemos
aprovechar toda esta información que nos llega amorosa, agradecer y darnos ese
tiempo para transformarnos, buscar el equilibrio y conectar con nuestro ser más
profundo.
Y recuerda, este mes, la
naturaleza nos guía de vuelta a la tierra abundante, a su esencia. Vibremos juntos. Honrémosla.