Lo que atraemos... ¿somos nosotros mismos?

   Hoy muchas personas están hablando del valor del número 9, que es un día portal, que es especial para cerrar ciclos, que además en el tzolkin, es semilla!!! … ¿Pero, por dónde empezamos? ¿Qué puedo hacer si apenas puedo levantar el cuerpo de la cama, si la vida pesa… Primero, ponemos nuestra cabeza en el Hoy, y respiramos hondo bien hondo y sonreímos…, porque la respuesta a todos los males, por muy trillada que parezca, es el amor, y un millón de dolares, también, no? jajaja, Pero ciertamente, como dice Johnny Depp en Don Juan de Marco “Sólo hay cuatro preguntas valiosas en la vida Don Octavio: ¿Qué es sagrado? ¿De qué está hecho el espíritu? ¿Por qué vale la pena vivir? Y ¿por qué vale la pena morir? La respuesta para todas es la misma: sólo amor”  

 

   Así que hoy comenzaremos la semana con todas las energías alineadas a nuestro favor y  como queremos aprovechar este maravilloso regalo que el Universo tiene para nosotros, respiramos hondo y repetimos: "Hoy me abro a la sabiduría del Universo, libero lo que ya no me sirve y doy la bienvenida a los nuevos ciclos de mi vida con amor, gratitud y confianza." Porque escuché por ahí  que atraemos lo que somos. Y si lo pensamos bien, es como el equivalente espiritual de mirar el espejo después de una larga noche: todo está ahí, aunque no siempre nos guste lo que vemos. Pero, ¿qué significa realmente esta idea de que "lo de adentro refleja lo de afuera"? ¿Cómo nuestras emociones y pensamientos moldean lo que vivimos?

 

   Barajemos dos conceptos: la ley de atracción y la ley de asunción. La ley de atracción sostiene que nuestros pensamientos y emociones actúan como imanes. Si vibramos en positivo, atraemos situaciones positivas; si estamos en modo "nube gris", pues el día sigue gris, sin importar cuántas tazas de café tomemos. La clave aquí es sencilla: cuidar lo que pasa por nuestras mentes y corazones es cuidar lo que llega a nuestra vida. En tanto que la Ley de Asunción nos invita a asumir que lo que deseamos ya es parte de nuestra realidad. No es cuestión de solo pensar en lo que queremos, sino de actuar y vivir como si ya lo hubiéramos logrado. De esta forma, nuestras creencias internas moldean el mundo exterior, reafirmando la idea de que lo que somos por dentro, se refleja afuera. La realidad responde a nuestra percepción de ella. Así, cuando alineamos nuestras creencias con lo que queremos manifestar, lo materializamos desde esa convicción interna. 

 

   Pero esto no es solo una charla de "piensa en positivo", ¡no! Es algo más profundo. Neville Goddard, Saint Germain y hasta Einstein con su “todo es relativo” nos recuerdan que nuestras percepciones son poderosas. Neville nos enseña que lo que imaginamos y sentimos como real, lo traemos a la realidad. Saint Germain, por su parte, nos invita a dominar nuestra vibración energética y conciencia para manifestar lo que queremos. Entonces, si lo que pensamos tiene tanto poder, ¿qué pasaría si transformamos nuestros pensamientos con plena intención?

 

   Cuando decimos “como es adentro, es afuera”, no hablamos de una idea abstracta. Es una ley cósmica. Si internamente estamos tranquilos, agradecidos y en paz, lo más probable es que el mundo a nuestro alrededor también lo refleje. Es la invitación de mirar hacia adentro cuando las cosas afuera no van como esperamos.

 

   Y sí, esto también tiene mucho sentido desde el enfoque de la responsabilidad personal: en lugar de culpar al tráfico, al mal clima o al Wi-Fi lento, se trata de cambiar lo que está en nuestro poder, que somos nosotros mismos.

 

   Al final, todo se reduce a lo siguiente: si realmente queremos atraer lo mejor para nosotros, primero debemos ser esa mejor versión internamente. Parece simple, ¿verdad?

 

   Todo lo que necesitamos para cambiar el mundo exterior ya está dentro de nosotros. Al alinearnos con lo que queremos atraer, el universo encuentra formas sorprendentes de responder a nuestra vibración. 

 

¡Sonríe, que el espejo de la vida siempre está listo para reflejar lo mejor de ti!

 

Con amor infinito, Marce

 

 

“Hoy reconozco el poder de mi energía interna. Alineo mis palabras, pensamientos y sentimientos con el amor y la gratitud, sabiendo que lo mejor llega cuando soy mi mejor versión.”

(repetir tres veces)