El mes de julio ha sido una travesía fascinante y llena de magia en Historias Bajo la Luna. Comenzamos con la onda encantada de la estrella, un tiempo de brillo y creatividad, donde la magia de Merlín y Morgana nos inspiró a explorar leyendas y misticismo. Desde el descubrimiento de Chalice Well hasta la historia de Pachita la curandera, nos hemos sumergido en relatos que nos conectan con lo etéreo y lo terrenal.
El 7/7, día portal sagrado, nos
brindó una energía especial para manifestar nuestros deseos más profundos. Fue
un momento de introspección y de conexión con nuestro ser interior,
recordándonos la importancia de abrirnos a nuevas posibilidades y de permitir
que lo bueno llegue a nuestras vidas.
A medida que avanzamos, exploramos la
importancia de la tecnología en nuestras vidas modernas con el artículo sobre
casas inteligentes. Un recordatorio de que la magia también puede encontrarse
en lo cotidiano, en cómo usamos el tiempo que ahorramos para descubrir y
disfrutar de historias mágicas.
El cierre del mes nos encuentra en la
onda encantada del mago, una invitación a vivir en el presente y ser
auténticos. Reflexionar sobre lo vivido nos permite valorar cada experiencia y
entender que cada momento es una oportunidad para ser nosotros mismos. El 31 de
julio, día semilla en el Tzolkin, simboliza el comienzo de un nuevo ciclo. Es
un tiempo perfecto para plantar las semillas de nuestras intenciones y verlas
crecer con el tiempo.
Julio ha sido un mes de aprendizajes,
de magia, y de conexión profunda con lo místico y lo real. Hemos explorado
leyendas, vivido momentos de introspección, y hemos encontrado magia en lo cotidiano.
Al cerrar este ciclo, llevamos con nosotros la certeza de que la magia está
siempre presente, si tan solo abrimos nuestros corazones a ella.
La verdadera magia ocurre cuando vivimos en el presente
y somos auténticos con nosotros mismos.
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